POR DECISIÓN dividida de 4 a 3, la Junta Directiva del Banco de la República, dejó sin cambios la tasa de política monetaria en 9,5%, con lo que se mantuvo la cifra establecida en la reunión de enero pasado.

En el comunicado de los directivos, señalan que “la decisión de no modificar la tasa de interés mantiene una postura cautelosa de la política monetaria a la espera de allegar nueva información en los próximos meses que permita contar con mayores elementos de juicio para determinar la posibilidad de nuevos recortes en la tasa de interés. Esta decisión mantiene el compromiso de la Junta con la convergencia de la inflación a la meta en un contexto de recuperación del crecimiento económico”.

Asimismo, la Junta dijo que “luego de tres meses de permanecer estable en 5,2%, la inflación anual en febrero tuvo un ligero incremento a 5,3%. Los aumentos más importantes se presentaron en los precios de los alimentos procesados y de algunos regulados como gas y transporte. La inflación sin alimentos ni regulados continuó reduciéndose y pasó de 5,0% a 4,9%. Las expectativas de inflación a corto plazo provenientes del mercado de deuda disminuyeron, en tanto que aquellas obtenidas de las encuestas aumentaron. Las dos fuentes de información muestran expectativas de inflación por encima de la meta de 3% en horizontes de uno y dos años”.

Los riesgos

Además, para los directivos, “los riesgos de presiones inflacionarias persisten asociados con los retos fiscales y la incertidumbre en el frente externo”.

Sin embargo, en la misma reunión, el Banco dijo que “la demanda interna habría seguido fortaleciéndose en el primer trimestre favorecida por el buen comportamiento del consumo privado y de la inversión. En línea con lo anterior, el equipo técnico aumentó su pronóstico de crecimiento económico para 2025 del 2,6% al 2,8%”.

A la Junta asistió por primera vez el ministro de Hacienda, Germán Ávila, y señaló su desacuerdo con la determinación de dejar estables los intereses y señaló que “nuestra idea era que hubiera un consenso en un punto intermedio por parte de la Junta y como no lo hubo, no estamos contentos con la decisión, se lo manifestamos a la Junta y esperamos en los próximos meses que mejoren las noticias”.

El presidente Gustavo Petro dijo ante esta decisión que “la Junta Directiva del Banco de la República, por razones exclusivamente políticas, busca contener el crecimiento económico; no para frenar la inflación, que el mes pasado se mantuvo estancada, por el brote de especulación del gas domiciliario, impulsado artificialmente. Es rechazable la actitud del Banco de la República que podría despegar el crecimiento y aumentar aún más el empleo y la prosperidad de la sociedad colombiana”.

Ingresos y gastos

Por su parte, el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, dijo respecto a una pregunta sobre el gasto público: “No opino sobre el gasto del gobierno, esas son decisiones de política, pero lo que sí afecta la política monetaria es que haya grandes diferencias entre los ingresos y los gastos y que eso vaya a afectar la percepción de riesgo, en la medida que el déficit alto impacta las tasas de interés a nivel externo, pero el ministro de Hacienda nos ha comentado planes de reducir ese desequilibrio entre ingresos y gastos para enfrentar las inquietudes y cumplir con la regla fiscal este año”.

Al mismo tiempo, la presidenta de la Cámara Colombo Americana, AmCham Colombia, María Claudia Lacouture, sostuvo a este Diario, que “la decisión del Banco de la República de mantener estables las tasas de interés, pese a la insistencia por una reducción más agresiva, es una señal positiva en defensa de su independencia. No obstante, la economía colombiana aún requiere medidas que impulsen su reactivación”.

Aseguró que “mantener la tasa en 9,5% prolonga la recuperación al limitar el consumo, el empleo y los ingresos de los hogares. Para contrarrestar este efecto, es fundamental que el Gobierno priorice la inversión productiva sobre el gasto burocrático, orientando los recursos hacia el fortalecimiento empresarial y la generación de oportunidades económicas reales”.

Decisiones

Alejandro Reyes, economista principal de BBVA Research, dijo que “la decisión de la Junta, de estabilidad en la tasa, se materializó con una votación dividida de 4 miembros a favor y 3 en contra. Esta postura ligeramente mayoritaria se sustentó en dos factores principalmente: los riesgos inflacionarios que pueden provenir de choques diversos o de efectos globales, pero también por las preocupaciones fiscales, en particular por la vulnerabilidad y riesgo que ello imprime sobre la economía y que tiene repercusiones sobre las tasas de mercado y la tasa de cambio”.

Sostuvo el analista que “la postura de la minoría se centró en la necesidad de lograr un mejor crecimiento económico que se juzga todavía bajo y minimiza algunos de los riesgos, como el alza del salario mínimo y confieren un mensaje de tranquilidad de cara a posibles mejoras de la situación fiscal por cuenta de mejoras ya observadas en el ingreso a marzo (cifras que todavía no se conocen públicamente). En cuanto a la votación de este grupo, se resalta primero que su nivel de 50 puntos básicos (pb) marca una postura clara por una mayor celeridad en la rebaja de tasas y, en segundo lugar, que hubo tres votos a favor de esta postura, lo que, a pesar de no ser pública la votación, resalta el bloque del gobierno con los dos nuevos codirectores recientemente nombrados”.

Indica, asimismo, que “el balance de la votación sigue siendo dividido y con menor holgura que los observados en reuniones previas. Además, se acentuó la postura del grupo minoritario en favor de rebajas, en la reunión pasada de enero la postura de rebajas recibió tan solo 2 votos y uno de ellos por una reducción menos marcada de 25 puntos”.

Argumentos

Señala, que “en nuestro análisis, los dos codirectores que abandonaron la Junta habrían votado en enero a favor de estabilidad y los dos nuevos codirectores habrían votado en marzo a favor de una reducción, lo que nos deja con un codirector que muy probablemente cambió de posición de solicitar una rebaja de 25 puntos a una votación por estabilidad. Así, resulta fundamental comprender los argumentos que este codirector esbozó sobre su votación, en nuestra opinión este voto fue el de la codirectora Acosta quién había resaltado en diversos eventos públicos recientes que observaba con alguna preocupación el comportamiento de la inflación, en especial las presiones desde los costos (IPP, incremento de gas, etcétera). Pero también resaltó sus preocupaciones por la situación fiscal. En el margen, estos dos factores empeoraron un poco y pueden ser fundamentales hacia adelante de cara a las decisiones de la Junta”.

Dependiendo del recaudo

Para el investigador económico, Alejandro Reyes, “en los próximos meses, como bien lo resalta el gerente, las decisiones de la Junta dependerán de los datos. Si se logran avances en el recaudo y alguna reducción de la inflación en un contexto de efectos limitados de los choques externos en el tipo de cambio se puede abrir la posibilidad para ver un reinicio del ciclo de reducciones de tasas. La carga de la prueba estará en la evolución de estas variables y, por consiguiente, el escenario central sigue siendo el de reducciones graduales de tasas en los próximos meses, aunque no se descarte alguna prolongación de la pausa en las reducciones en el corto plazo hasta no observar mejoras suficientemente significativas en las principales variables”.

En ese sentido, apunta que “no se puede descartar la distancia de la postura actual entre estabilidad y rebaja de 50 puntos como un primer paso hacia negociar un punto de encuentro en futuras reuniones, en las que ambos lados sacrifiquen un poco, pero se logre un consenso en torno a rebajas más cautelosas, esto entre líneas lo comentó el ministro de Hacienda en torno a la discusión en esta Junta, sin embargo, podría ser un camino hacia el reinicio de las rebajas pero en un contexto de cautela”.

Fuente: Elnuevosiglo.com.co