En el NIA 500 la mayor parte del trabajo del auditor al formarse una opinión consiste en la obtención y evaluación de evidencia de auditoria. Los procedimientos de auditoria para obtener evidencia de auditoria pueden incluir la inspección, la observación, la confirmación, el recálculo, la reejecución y procedimientos analíticos, a menudo combinados entre sí, además de la indagación. Aunque la indagación puede proporcionar evidencia de auditoria importante, e incluso puede proporcionar evidencia de una incorrección, normalmente no proporciona, por sí sola, evidencia de auditoria suficiente sobre la ausencia de una incorrección material en las afirmaciones, ni sobre la eficacia.
Operativa de los controles, razón por la cual debe ir acompañada y/o sustentada de otros procedimientos de auditoría.
Tal y como se explica en la NIA 200, la seguridad razonable se alcanza cuando el auditor ha obtenido evidencia de auditoría suficiente y adecuada para reducir el riesgo de auditoria (es decir, el riesgo de que el auditor exprese una opinión inadecuada cuando los estados financieros contienen incorrecciones materiales) a un nivel aceptablemente bajo.